Cada vez que te desestimes, que sientas que lo que llevas dentro con nada de afuera se puede conjugar…
Simplemente abraza ese miedo, abre la boca y déjalo entrar.
Pues nadie aprendió a besar en una sala de espera.
Nadie aprendió del silencio mudo de sus palabras.
Nadie aprendió a bailar sentado.
Nadie aprendió a sentir amor por su valentía si antes no se enamoró de su vulnerabilidad.
Que bonito :)