Seguimos con nuestros ejercicios de creación poética. Cómo saben, la poesía siempre entregará ese universo personal, indescifrable y lleno de autenticidad.
Vayamos con la actividad.
Para hacer esta actividad les voy a pedir que elijan un objeto del lugar donde se encuentren ahora mismo.
Ahora, cojan una libreta y empiecen a describirlo.
Imaginen que han elegido un cuaderno: “… Es un cuaderno de tapas blandas, está medio escrito, tiene palabras en azul, es pequeño, se puede meter en una mochila y sirve para que la gente apunte sus secretos”.
Sea cual sea su objeto, describan al menos 10 características.
Ahora les voy a pedir que esas características las enuncien en primera persona y las lleven a su terreno personal. De esta manera, el ejemplo anterior, nos quedaría algo así como: “Tengo la tapas blandas, estoy a medio escribir, soy pequeño, quepo en cualquier lugar y la gente me usa para apuntar sus secretos”.
Esta actividad es muy importante en el desarrollo del curso porque nos ayuda a encontrar en cualquier objeto un pretexto creativo y además nos entrega una sensación vulnerable con la voz y la creación. Al personificarnos en los objetivos suceden dos cosas: Primero sentimos que nuestro cuerpo se llena de una emoción relacionada con la vulnerabilidad (es curioso, pero nuestra voz baja de tono), y segundo, nos sentimos más permeables. Esta condición es una de las más importante para la génesis de la predisposición que necesitamos para desarrollar esta creatividad. Necesitamos sentir permeabilidad; dejar que todo nos afecte y cantar desde la resonancia de lo externo, metiéndonos dentro de los objetos y sintiendo que el pretexto creativo es infinito.