-¡¡¡PAPA!!!!
Qué ha pasado una cosa. Le di el estuche y no lo cogió. Pero … creo que es porque no lo entendió.
+¡Ay! Claro Olivia… si no habla nuestro idioma. Vete tú a saber. Igual la criatura pensó que eran para un rato, o no sé..
Bueno a ver. Esto hay que resolverlo.
– Es que me da vergüenza hacerlo otra vez papi –
Bueno Oli, hazlo con vergüenza.
¿Si tú estuvieras en su lugar te gustaría que alguien no te regalase un estuche con colores por vergüenza?
– No…
+ Claro… cómo no me di cuenta… Ay este padre tuyo.. qué cabecita.
Vamos a escribirle una carta en su idioma y el nuestro y mañana se la das. ¡A ver qué pasa!
… La tarde fue normal, hizo sus clases de patinaje, jugó con el hermano y de noche me dice…
– Papi, creo que no tiene zapatillas para hacer gimnasia… le voy a llevar unas…
____
La empatía, los valores, el darse al mundo es un aprendizaje que cuesta. Como todos. Acompañarla y tejer esos valores dentro de ella para nosotros es crucial y no siempre es fácil. No es espontáneo.
A veces hay que saber educar esa sensibilidad. El ejemplo es crucial y la perseverancia también. Así como el respeto por sus resistencias, sus tiempos…
En casa creo que es importante que pongamos atención en este tipo de cosas. Cuesta y se aprende a hacer.
Ponerse en el lugar del otro además, es una buena herramienta para desarrollar historias, crear, imaginar y recordar que lo importante no es preguntarse ¿QUE ES LA EMPATÍA?
La pregunta realmente importante es ¿QUÉ HACES POR LOS DEMÁS?
Ahí reside el corazón de la Pedagogía.