No es tu culpa sentir que la maternidad no es lo que esperabas.
No nos enseñaron a nacer, no nos enseñaron a compartir un camino.
Nos enseñaron a mirar al otro y hacerle cumplir con nuestros deseos.
A eso la sociedad lo llamó amor.
Pero la llegada de tu hijo te mostró lo contrario.
Y tu corazón lo sabe.